Hoy quiero dedicar unas palabras a una figura imprescindible en nuestra clínica: el higienista dental. Y no solo porque hoy sea su día, sino porque su trabajo tiene un impacto directo en tu salud bucodental. En nuestra clínica, Pablo es quien se encarga de cuidar cada detalle en la prevención, limpieza y educación de nuestros pacientes. Y créeme, su papel va mucho más allá de una simple limpieza dental.
Un profesional clave en la prevención
El higienista dental es el primer eslabón en la prevención de enfermedades como la gingivitis, la periodontitis o incluso la caries. Gracias a limpiezas profundas, revisiones periódicas y una atención muy personalizada, Pablo ayuda a evitar que pequeños problemas se conviertan en tratamientos mayores. Esto no solo mejora tu salud, sino que también reduce el número de intervenciones que puedas necesitar en el futuro.
Educación y confianza personalizada
Uno de los aspectos que más valoro de trabajar con Pablo es su forma de comunicar. Cada paciente sale de la consulta con una comprensión más clara de cómo debe cuidar su boca en casa. Desde enseñar técnicas de cepillado adaptadas hasta recomendar productos específicos según tu caso, el higienista dental acompaña a cada persona con cercanía y profesionalidad.
Acompañamiento en cada tratamiento
El higienista no solo trabaja en la prevención. También es un apoyo esencial durante ortodoncias, tratamientos periodontales o implantes. En nuestra clínica, su trabajo complementa el mío en cada fase del tratamiento, haciendo que el resultado sea más estable y duradero.
Por eso, hoy me siento especialmente agradecida por tener en el equipo a alguien como Pablo. Su dedicación diaria tiene un valor enorme y merece ser reconocido.
Si hace tiempo que no vienes a una limpieza o quieres mejorar tu rutina de higiene oral, pide tu cita en nuestra clínica. Estamos aquí para ayudarte a mantener tu sonrisa en el mejor estado posible.