En mi consulta, una de las preguntas más habituales es si las enfermedades bucodentales se heredan de padres a hijos. La respuesta no es tan simple, porque aunque la genética puede influir en ciertos aspectos de la salud oral, los hábitos de higiene y el estilo de vida son igual o más determinantes. En Clínica Lucía Trujillo me gusta explicar esta relación de manera clara, para que mis pacientes comprendan cómo cuidarse mejor.
La genética y su influencia
Algunas condiciones sí pueden tener un componente hereditario. Por ejemplo, la predisposición a tener encías más sensibles, esmalte dental más débil o maloclusiones (mordidas desalineadas) puede transmitirse de una generación a otra. Esto significa que si tus padres han tenido problemas de encías o caries frecuentes, es posible que tú tengas un mayor riesgo.
Los hábitos marcan la diferencia
Aunque la genética influye, los hábitos diarios son los que realmente determinan si una enfermedad bucodental se desarrolla o no. Una correcta higiene, revisiones periódicas y una alimentación equilibrada pueden contrarrestar cualquier predisposición. Por el contrario, descuidar la higiene oral aumenta el riesgo incluso en personas sin antecedentes familiares.
Enfermedades con componente hereditario
Algunas de las más comunes son la periodontitis, que afecta a las encías y al hueso que sostiene los dientes, y ciertas alteraciones en el desarrollo del esmalte. También pueden heredarse factores como la posición dental o el tamaño de la mandíbula, que influyen en la necesidad de ortodoncia.
La importancia de la prevención
Tener antecedentes familiares no significa que vayas a desarrollar la misma enfermedad. Lo que sí implica es que necesitas estar más atento a las revisiones y mantener unos cuidados constantes. En Clínica Lucía Trujillo siempre insisto en que la prevención es la mejor herramienta para proteger tu sonrisa.
Si te preocupa la posibilidad de haber heredado algún problema bucodental, pide tu cita y te ayudaré a valorar tu situación con un plan adaptado a ti.


